top of page

Relación con Conectados

  • Nicholas Christakis y James Fowler
  • 6 nov 2015
  • 1 Min. de lectura

La celebración de Halloween se ha hecho tan popular que se ha convertido en una celebración que muchos en el mundo festejan. Asimismo, como mencionan ambos autores, se produce un contagio y en muchos casos es un contagio emocional, que podría ser de un individuo a un grupo de personas o viceversa. De acuerdo a esto, Christakis y Fowler lo llaman difusión de emociones, en donde pueden haber dos: difusión diádica (mis amigos y yo) y difusión hiperdiádica (amigos de los amigos y yo). En este caso, Halloween podría ser tomado como contagio hiperdiádico, ya que como comenzó en un lugar, y este se expandió, pues se logró gracias a este contagio colectivo. Además, de acuerdo a lo investigado, se notó que muchas personas celebran Halloween por influencia social esto puede ser considerado como un contagio de otros, a pesar de que no acostumbren a celebrarlo. Dentro de ello, según ambos autores, aquel contagio que se genera, provoca emociones, tales como conscientes, físicas, neurofisiológicas y conductas visibles; las cuales se refleja en el individuo o una sociedad. Además gracias al mundo virtual este contagio se amplifica la realidad ayudando a difundir esta celebración. En otras palabras usan el proceso patológico humano que consiste en la capacidad del hombre de imitar y usan las redes sociales para propagarlo.


 
 
 

Comentarios


¡Síguenos!
  • Facebook Long Shadow
  • Twitter Long Shadow
  • YouTube Long Shadow
  • Google+ Long Shadow
Posts relacionados
Posts recientes

© 2015 by Andrea Chavez, Luciana Ferreyra, Nicole Gallarday and Ana Lucía Ruiz

bottom of page